Netflix estuvo sumida en una gran controversia últimamente por el masivo presupuesto que le dio a su más grande película hasta ahora, «El Estado Eléctrico». No obstante, una aparentemente pequeña miniserie de 4 episodios, con muy poco marketing, un bajo nivel de producción, aunque con una historia que te destruye emocionalmente, acaparó la atención de los usuarios del gigante del streaming, estamos hablando de «Adolescencia».
Creada y producida por Stephen Graham, la serie nos relata la historia de un terrible crimen que involucra a un menor de edad. Él, su familia y su comunidad reacciona ante tal situación y nos hace reflexionar sobre nuestro actuar en temas tan sensibles como la masculinidad y la crianza responsable.
Actores que lo dejan todo en pantalla
Antes que empecemos a diseccionar la serie, es necesario mencionar el magnánimo trabajo de los actores involucrados, dichos actores presentes en la serie tienen un gran reto por delante durante todos los episodios, pero logran sortear la ola y entregar unas de las interpretaciones más potentes de los últimos tiempos.

El reto que significó grabar la serie para estos intérpretes es de admirar, ya que la crudeza de estas representaciones de personajes tan complejos y con muchos matices, nos lleva por una espiral de emociones, a veces confusa y a veces agotadora, pero que dejan una marca y que logra que no hagamos más que reflexionar después de terminar de ver el show.
El gran truco visual de “Adolescencia”
Tomando en cuenta las estupendas actuaciones previamente mencionadas, el programa se muestra con un formato poco convencional por lo complejo que es encajar cada pieza en su lugar: el formato de plano secuencia. «Adolescencia» logra con gran maestría un elemento narrativo que la mayoría intenta evitar o que “parcha” con diferentes trucos de edición y de cámara.

Cada capítulo está filmado en una sola toma, lo que puede generar muchos errores y constantes repeticiones, pero eso no detuvo a sus creadores a definir una estrategia que da un resultado estupendo. Las actuaciones parecen más orgánicas, casi como una obra de teatro, y los distintos elementos funcionando a la vez logran otorgarnos una sensación de incomodidad y ansiedad, dado lo vertiginoso del show. Sin embargo, hay episodios que dan paso a narrativas más pausadas y de diálogos, pero no por eso menos asombrosas e incluso shockeantes.
Una historia que resuena en todo el mundo
Lo que más resalta de esta miniserie es su historia, cómo trata temas polémicos que están en boca de todos actualmente, mostrando las consecuencias tal y como son, sin tapujos y sin retractarse. La serie llega a ser impactante sin la necesidad de ser gráfica, mostrarte o hablarte de acciones violentas; eso es lo brillante de la serie y lo que te deja un mal sabor de boca después de verla.
El programa no teme atacar a los verdaderos culpables de las problemáticas que presenta, incluso llamándolos por su nombre. Lo más fuerte de la serie es lo candente y problemática que puede ser, sin ofrecerte soluciones, ni retractaciones de parte de los personajes, simplemente muestra la realidad tal y cómo es.
Si quieres ver uno de los shows más brillantes de los últimos años, con actuaciones estupendas, una dirección magnífica y que sin duda dará que hablar por mucho tiempo, no te puedes perder «Adolescencia» en Netflix.