El estreno de “Rompiendo reglas” ha sorprendido gratamente con una historia real, sobre el primer equipo de robótica de Afganistán. Una película inspiradora, que cuestiona los sesgos de género en un contexto social conflictivo.
Mujeres afganas en la pantalla
Dirigida por Bill Guttentag y producida por Angel Studios. La premisa de la película inicia con Roya Mahboob (interpretada por Nikohl Boosheri), primera mujer empresaria en Afganistán. Ella, junto a su hermano Ali realizan clases de matemáticas y programación para niñas y adolescentes.
Sin embargo, Roya quiere ir más lejos. Se obstina con la idea de crear el primer equipo competitivo en robótica del país, y quiere que sea 100% femenino. Eligen a cuatro estudiantes con los más altos resultados, a través de una prueba de matemáticas.
Es notable como cada una de las adolescentes tiene su personalidad marcada, su historia y su rol en el equipo de robótica. Taara vive con su padre, un mecánico, con quien trabaja codo a codo en reparación de autos y motos. Haadiya es la mayor de sus hermanos, se hace pasar por un chico para trabajar y ayudar a su madre. Arezo es aficionada a los videojuegos de carreras y busca desafíos constantemente, tanto en las matemáticas como en la vida. Esin juega fútbol, y debe lidiar con la negativa de su tío, quien es el patriarca de la familia y decide sobre su vida.
Cabe destacar que el director tiene una filmografía cargada hacia el documental. Ha realizado producciones sobre temas como la caída de las Torres Gemelas, rescate de animales o el movimiento por los derechos civiles afroamericanos. Con todo esto, hace sentido el toque de realidad que se percibe a lo largo de las dos horas de película.
El duro camino para ser reconocidas
Estas cinco mujeres decididas a ganar, se enfrentan a desafíos como hablar en público o interactuar con códigos sociales muy distintos a los que ellas acostumbran. Sin embargo, su travesía también está cargada de prejuicios por su nacionalidad y religión, tanto de las autoridades extranjeras como de su propia comunidad.
La película cuenta con un humor liviano que nos recuerda que, las integrantes de nuestro equipo favorito de robótica, son solo adolescentes que están bajo amenaza de un grupo extremista. Y hablando de humor, el filme cuenta con la aparición especial de Phoebe Waller-Bridge que, con su estilo único, pareciera que está a punto de romper la cuarta pared.
Si bien es una producción pensada para público de masas, «Rompiendo reglas» apunta explícitamente a los talibanes y sus tácticas de terrorismo contra el pueblo afgano. Si no sabes de qué va el conflicto, la película no lo explica, pero lo ilustra con situaciones puntuales que afectan a las protagonistas.
La historia real supera a esta ficción
El spoiler que, personalmente, fue inesperado, es que Roya y su equipo son personas reales, que ganaron competencias internacionales de robótica y consiguieron becas universitarias. Son un modelo de esperanza para mujeres y niñas en países donde deben literalmente arriesgar su integridad para poder estudiar.
Por fortuna, las chicas lograron escapar. Sin embargo, es imposible no pensar en todas aquellas niñas que quedaron bajo el régimen talibán: las que dieron la prueba de matemáticas, las alumnas de Roya.
Actualmente, a las mujeres afganas se les prohíbe estudiar, salir solas, e incluso hablar en voz alta. Este estreno es súper atingente a la situación geopolítica actual, y nos invita a informarnos sobre lo que ocurre en Afganistán.
«Rompiendo reglas» es de esas historias que uno se espera ver en un cine comercial, ya que tiene todo lo que un filme de gran producción ostenta. Pero la cámara tiritona, su tono anti bélico directo y el desarrollo de los personajes la hace una propuesta novedosa.
Es una historia inspiradora, inevitablemente cruda, pero muy recomendada para verla con hijas, hermanas pequeñas o sobrinas. No solo para promover mayor presencia de mujeres en ingenieria, sino también para que conozcan, con una dosis controlada, la realidad de las niñas en Medio Oriente.
