Este jueves 24 de octubre llega a los cines “Venom: El último baile”, la tercera entrega de la trilogía del simbionte de Marvel. Protagonizada por Tom Hardy, en esta oportunidad acompañado de nombres como Juno Temple (“Ted Lasso”), Chiwetel Ejiofor (“12 Años de Esclavitud”) y Rhys Ifans (“House of the Dragon”) en una aventura llena de acción.
Ubicada justo después de los sucesos de “Venom: Carnage Liberado”, seguimos a Eddie Brock y Venom prófugos de la justicia. Perseguidos por sus respectivos mundos, el dúo se ve acorralado y debe tomar una compleja decisión. La relación entre el periodista y el simbionte se pone a prueba en esta última entrega, mientras se enfrentan a un destino incierto. ¿Será este el fin de esta particular amistad?
Apaga el cerebro y simplemente disfruta
“Venom: el último baile” es por lejos la película más entretenida de la trilogía. Tiene buen ritmo, bastante acción y un humor que, si bien es un poco simplón, hace más llevadera la cinta. Otro aspecto que mejora es el desenlace, en especial la pelea final que está bastante bien. Además, se mantiene esa química entre Eddie y Venom que vimos en las dos entregas anteriores, en parte mérito de Tom Hardy, que se nota que disfruta el personaje.
Ahora, incluso cuando por momentos parece no tomarse en serio a sí misma, esta lejos de ser un problema. Por el contrario, abre algunas posibilidades bastante divertidas. Por lo demás, tampoco es una película que pretenda ser más de lo que realmente es y está todo bien con eso. Probablemente nadie entra a ver una película de Venom buscando una experiencia que redefina las reglas del cine ¿o si?
Finalmente solo queda dejarse llevar por este carrusel de acción y humor, de la mano del “Protector Letal”. La fórmula es sencilla, un balde de cabritas, sentarse en la butaca, acomodarse y disfrutar de «Venom: El último baile».
PD: la película tiene dos escenas post créditos, una en medio y otra al final.
